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El futuro de "las Polaroids"... Originals

Comentaba hace un par de días que se acercaba un anuncio importante por parte de Polaroid, y probablemente también de The Impossible Project. Como en los últimos meses estoy interesado en mantener una línea de trabajo personal en el ámbito de la fotografía instantánea, me sentí inmediatamente interesado por las expectativas levantadas. Que eran muy elevadas por las comparaciones que establecían con determinados hitos de la historia de Polaroid.

Ya sabemos lo que ha sucedido. Efectivamente, The Impossible Project se ha hecho con las riendas de la marca Polaroid y sus productos fotográficos, y ha modificado su marca para los productos propios. No más película o cámaras Impossible Project; a partir de ahora serán Polaroid Originals. Quizá lo más destacable es la comercialización de una nueva cámara, la Polaroid OneStep 2 i-Type, que se parece muchíiiiiiiiiiiiiiisimo a las tradicionales cámaras sencillas de la antigua Polaroid. Como las One Step. Su principal diferencia es que utiliza una variante del cartucho para película de tipo 600 en la que no hay pilas incorporadas al cartucho, y por lo tanto estas tienen que ir incorporadas en la cámara. Supongo que tiene ventajas de tipo medioambiental, que no está nada mal. Pero pocas más, o ninguna más.

Supongo que pronto dejaremos de ver esta marca con la P invertida en las láminas protectoras de los cartuchos de película instantánea compatible con las Polaroids, Original o de las originales.

Pero como yo ya tengo dos cámaras totalmente funcionantes, yo no había establecido ningún desiderátum relacionado con este aspecto. No es que me parezca mal,... es que en estos momentos no me interesa nada personalmente.

Veamos qué es lo que ha pasado con los desiderátums que yo establecí

1. Que se mantuviese la variedad de películas actuales de The Impossible Project, color, blanco y negro, y alguna otra.

Se mantiene la variedad, pero bajo una nueva marca, Polaroid Originals, en lugar de la que han venido luciendo estos años, Impossible.

2. Que mejore la manejabilidad y la estabilidad de la película, para recuperar la espontaneidad en el acto fotográfico, y para garantizar la longevidad de las copias obtenidas, hoy puesta en discusión.

No consta, ni se ha informado en ningún lugar que haya habido cambios respecto a la última generación de películas Impossible. Me ha parecido leer en algún lugar que las "nuevas" películas correspondían a los "últimos" desarrollos en este ámbito. En un correo que he recibido se señala que hay mejoras en las emulsiones. En concreto en las de color, que ahora quedarían totalmente reveladas en 10-15 minutos. Supongo que dependiendo de la temperatura ambiente. Parece que la película en blanco y negro sería esencialmente la misma que últimamente.

3. Que si hay adquisición y aplicación de nuevas tecnologías, estas permitan que los cartuchos tengan las 10 fotografías de rigor y no las magras 8 exposiciones de los Impossible Project actuales.

Ningún cambio a este respecto. Siguen con 8 exposiciones por cartucho.

4. Un descenso de los precios, excesivamente caros, que son el principal obstáculo a un uso liberal de estos materiales, y que provocan que de vez en cuando eche miradas de envidia y deseo a los productos de Fufifilm. Más baratos, más fiables, aunque con menos personalidad estética que los Impossible Project.

Esta claro que si en estos tiempos atrás el modelo de negocio estaba en los consumibles para el gran parque instalado de antiguas cámaras Polaroid, ahora quieren que la gente compre la nueva cámara. Ya existía una cámara propia de The Impossible Project, que no tenía malas especificaciones, pero que era muy fea y poco atractiva. Y ya usaba la película i-Type. La "nueva" cámara es más atractiva, y con el aspecto "retro" de las antiguas Polaroid. Quieren vender de estas. Y por lo tanto la película i-Type, con la excusa de que no lleva pilas incorporadas, va a costar bastante menos que las tipo 600 o Spectra, aunque sigue siendo apreciablemente más cara que las Instax de Fujifilm. Las tipo 600 bajan un poquito de precio, y las Spectra, para mi desgracia, se mantienen.

Resumiendo, pocas de las novedades me vienen bien a mí. No me siento decepcionado, porque no confiaba mucho en que hubiera una auténtica revolución. Y los "Impossible" siempre se han caracterizado por su triunfalismo. Y su deficiente mercadotecnia. O marketing, para los anglófilos. Pero bueno, por algún sitio se empieza.

Ya he comenzado a publicar en mi Instagram la serie de instantáneas del Castillo de Zafra y Sierra de Caldereros. Cuando hayan pasado todas, publicaré la serie completa en estas páginas.

Saladas de Sástago en Impossible Project y el futuro de "las Polaroid"

Resumamos alguans informaciones.

Primer hecho. Desde hace unos días, en la página de Polaroid aparecen unos mensajes que nos anuncian que el día 13 de septiembre llegará con novedades y anuncios, relacionados claramente con la película instantánea, que abandonaron miserablemente hace unos años sin prever que era un segmento que todavía tenía un mercado. Y si no que se lo pregunten a Fujifilm.

Veamos algunos ejemplos de los mensajes que aparecen.

Las referencias son muy claras, a la historia de la fotografía instantánea y a diferentes gamas de productos que la marca produjo. Me hace especial ilusión la referencia a la gama Spectra.

Segundo hecho. En las últimas semanas, The Impossible Project ha estado especialmente activo a la hora de hacer un repaso a los distintos hitos de su corta historia intentando revivir las películas instantáneas compatibles con la gama de cámaras fabricadas por Polaroid. Sus primeros pasos, sus dificultados, la ampliación de la gama de películas tras los ensayos iniciales, algunas series especiales,... de todo.

Tercer hecho. En mayo de 2017 se anunció que el principal accionista de The Impossible Project había adquirido la marca y la propiedad interlectual asociada a Polaroid, en manos hasta ese momento de un holding de empresas.

Cuarto hecho. La tienda de The Impossible Project va a estar cerrada entre el 10 y el 13 de septiembre de este año.

Creo que no hace falta ser un lince ni tener una bola mágica de cristal para sacar unas conclusiones de futuro más o menos correctas. Suponemos muchos que mañana 13 de septiembre habrá algún tipo de anuncio por el cual The Impossible Project comenzará a comercializar sus productos bajo la marca Polaroid. Eso de principio.

Otra cuestión interesante es si en la adquisición de la propiedad intelectual de Polaroid viene incluidas las patentes de fabricación de la película instantánea de la marca. Hay que recordar que las películas de The Impossible Project, aunque compatibles con las cámaras Polaroid, son desarrollo desde cero, al no haber conseguido la cesión de la patente en su momento. Y eso ha hecho que arrastraran problemas de estabilidad, de peligro de velados por la exposición a la luz en los primeros minutos tras la exposición, o de falta de fidelidad en los tonos, la luminosidad o el contraste. Esto último a jugado a favor de la creatividad de algunos fotógrafos, pero ha supuesto que otros torcieran el morro y prefirieran los productos de Fujifilm Instax. La cosa ha mejorado con las distintas versiones de las películas, pero todavía tienen un amplio margen de mejora. Cuyo recorrido se acortaría si hubiesen conseguido las patentes originales.

Mis seguidores más fieles saben que desde finales del año pasado estoy utilizando regularmente película instantánea. Fundamentalmente de The Impossible Project, aunque eventualmente he usado también la Fujifilm Instax Mini 8 de mi sobrino Diego. De las dos cámaras que tengo de marca Polaroid, prefiero usar la Image System SE, o Spectra SE en Estados Unidos, sobre la más sencilla de la serie 600. Aunque pierde el característico formato cuadrado por otro rectangular, lo cierto es que la calidad de imagen que ofrece es muy muy superior.

Los resultados de trabajar con estos materiales los podéis seguir en mi cuenta en Instagram, dedicada en exclusiva a este tipo de fotografía.

Si observáis lo que aparece en dicha cuenta, resulta evidente que poco a poco me he ido decantando por usar con más frecuencia las películas en blanco y negro. El aspecto final de estas copias me gusta. El tono cálido de las mismas, casi como virado al sepia, me resulta muy agradable. Y la nitidez de la imagen, sin llegar a los niveles de otros tipos de fotografía, alcanzan niveles que al principio me sorprendían, acostumbrado a ver los resultados de las primeras generaciones de película de The Impossible Project, asociada a la flojera de los objetivos de plástico de las cámaras Polaroid más sencillas y asequibles. En esta entrada, traigo la serie completa de la reciente visita a la saladas de Sástago, de la que ya os hablé en su momento. Esta serie ya ha aparecido progresivamente y de forma íntegra en Instagram.

Pero con los nuevos anuncios, hay una serie de expectavias que me gustaría que se cumpliesen.

En primer lugar, que se mantuviese la variedad de películas actuales de The Impossible Project, color, blanco y negro, y alguna otra.

En segundo lugar, que mejore la manejabilidad y la estabilidad de la película, para recuperar la espontaneidad en el acto fotográfico, y para garantizar la longevidad de las copias obtenidas, hoy puesta en discusión.

En tercer lugar, que si hay adquisición y aplicación de nuevas tecnologías, estas permitan que los cartuchos tengan las 10 fotografías de rigor y no las magras 8 exposiciones de los Impossible Project actuales.

En cuarto lugar, un descenso de los precios, excesivamente caros, que son el principal obstáculo a un uso liberal de estos materiales, y que provocan que de vez en cuando eche miradas de envidia y deseo a los productos de Fufifilm. Más baratos, más fiables, aunque con menos personalidad estética que los Impossible Project.

En fin, ya veremos, como dijo un ciego a otro ciego. Y espero que lo veamos mañana mismo.

Viajando con Impossible Project - En Madrid

Ya lo he comentado en alguna ocasión. Mi cuenta en Instagram está dedicada exclusivamente a la fotografía instantánea. La realizada con cualquiera de mis dos polaroids con película del Impossible Project, o la realizada con la Fujifilm Instax Mini 8 de mi sobrino Diego. Tengo pendiente de recibir mi compensación por participar en un proyecto de financiación colectiva que implica el uso de película Fujifilm Instax Mini... cuando llegue, ya veremos cómo funciona.

El caso es que el sábado que visitamos en Madrid las exposiciones de PHotoEspaña 2017 me pareció un momento adecuado para comprobar qué tal se comportaba mi Polaroid Image System SE como cámara viajera. Os recuerdo que se trata de una cámara fabricada por Polaroid que tenía una calidad general bastante superior a los modelos habituales de la marca, aunque por debajo de los modelos réflex. La diferencia principal de todos modos está en el tipo de película, que en lugar de ofrecer un formato cuadrado es rectangular. Quizá sea por este motivo, y por su precio original, que está menos difundido. Eso hace que las cámaras puedan ser más baratas, aunque también hay menos variedad de película fabricada por Impossible Project. Pero bueno, estan las dos básicas, color y blanco y negro, con el marco blanco. Recordad que las Image System en América se denominaron Spectra.

En Madrid, terminé un cartucho de fotografías en color que tenía cargado en la cámara.

El principal problema con la película en color de Impossible Project puede venir para quienes busquen fidelidad en la reproducción del color y tomas contrastadas y con impacto. No tal. Los colores tienen un ligero tono sonrosadillo y la saturación es baja. El contraste tampoco es muy importante, pero hay tiene la virtud de que se come bien las escenas contrastadas, con detalle en luces y sombras.

También me llevé unos cartuchos de repuesto en blanco y negro, de los cuales abrí uno.

He de decir que esta combinación de cámara y película se ha convertido en mi favorita entre las opciones que tengo para fotografía instantánea. El tono cálido de las copias me resulta muy agradable. La latitud de exposición es mayor de lo que esperarías. Y con el objetivo de la Image System SE, que es de vidrio con varios elementos y no la sencilla lente de plástico que se encuentra en los modelos más populares, se obtiene una mayor nitidez. El que sea de enfoque automático, por sonar, con una distancia mínima de enfoque de 60 cm, también le proporciona no pocos alicientes, aunque fuera algo que no utilicé en Madrid.

Eso sí, dado el carísimo precio de las fotos, conviene ser lo más selectivo posible en las tomas, y asegurar que tienes la exposición correcta.

No obstante, como curiosidad, cerraré con la foto que tomé en la estación de Madrid-Puerta de Atocha al volver a Zaragoza. El original se ve bastante oscuro, la tomé al vuelo mientras nos dirigíamos al tren, y las luces del fondo engañaron al fotómetro. Además, había compensado la exposición en la fotografía anterior, con acierto, la de la estatua del Jardín Botánico, y se me había olvidado volver a poner a cero esta compensación. Sin embargo, al escanear con buena calidad la copia, en Lightroom pude obtener detalles no apreciables a simple vista, y que sí que se ven en la versión digitalizada. Lo dicho, tiene más latitud de exposición de la que esperarías.

El 2016 en fotos (2): De película

En 2016 se ha producido un cambio notable en mis costumbres fotográficas. Si hasta el año pasado y durante las últimas rondas solares la fotografía con película tradicional era un complemento o un entretenimiento que se producía de vez en cuando, pero mi forma de fotografiar principal era la toma digital, en este año ha cambiado. En proyectos muy concretos y en los viajes, la toma digital es la predominante. Pero para mis paseos, para mi entretenimiento cotidiano, para el día a día, la película tradicional ha ocupado un lugar principal. 2016 ha sido también un año donde he hecho muchas pruebas, algunas con éxito, otras con menos. Las iré resumiendo mes a mes.

ENERO

Dos temas fundamentales. El primer el taller de fotografía estenopeica con Beatriz Aisa que reunió a ocho aficionados con esta estupenda fotógrafa y persona. El segundo la fotografía en interiores con Cinestill 800T, película cinematográfica adaptada a un uso como película negativa color de alta sensibilidad calibrada para luz de tungsteno. En ambos casos, experiencias muy satisfactorias.

Fotografía estenopeica
Canon EOS 100 + EF 50/1,4 USM + Cinestill 800T

MARZO

Habiendo anunciado el fabricante chino de las cámaras Holga que cesaba la producción de estas cámaras, me hice con un modelo básico. Sin flash, con lente de cristal. Lo probé en la excursión a Anento con Fotógraf@s en Zaragoza.

Holga 120N + Tri-X 400

MARZO-ABRIL

Con febrero un mes un poco anodino en experiencias fotográficas, marzo y abril fueron sin embargo dos meses de gran experimentación. Fundamentalmente, durante esos dos meses me hice con una serie de objetivos antiguos con montura de rosca M42, de los cuales uno japonés, el Takumar 35/2 de Pentax, y el resto una colección de diversos 50 - 58 mm de los países de la antigua Europa comunista, especialmente la República Democrática Alemana y la Unión Soviética. Con ellos vinieron alguna cámara Praktica y Zenit, a precios absolutamente ridículos. La Zenit fracasó poco después. Pero es poco importante.

Pentax MX + Takumar 35/2 + Portra 160
Pentax MX + Takumar 35/2 + Portra 400
Zenit E + Industar 50-2 50/3,5 + Fujifilm Acros 100
Praktica MTL 5 + Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8 + Portra 400
Praktica MTL 5 + Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8 + Portra 160

ABRIL

Con abril llegó también la primera de las dos quedadas analógicas que se han celebrado, con gentes de Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) y la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ). Desarrollada en el entorno de la Expo 2008, tres cámaras distintas me llevé. Aunque una de ellas quedó tocada y averiada. No sin antes proporcionarme unas dobles exposiciones muy interesantes. Y también estrené un objetivo de la antigua RDA...

Voigtländer Perkeo II + FP4 Plus
Pentax MX + Meyer Optik Görlitz Trioplan 50/2,9 + Acros 100
Olympus mju-II + Kodacolor 200

También sucedió algo que plantó en mí la semilla de la inquietud por la fotografía instantánea, aunque tardaría unos meses en germinar. Emilio Molins se llevó su Instax Wide.

Olympus mju-II + Kodacolor 200.

MAYO

En mayo estaba encantado con los dos pequeños objetivos de tras el telón de acero, que con la Pentax MX hacen un equipo compacto y ligero. Y capaz de funcionar en condiciones impensables para mí.

Pentax MX + Trioplan 50/2,9 + Kodacolor 200
Pentax MX + Trioplan 50/2,9 + HP5 Plus

JUNIO

En el final de la primavera y principios de la primavera hice cosas diversas, pero destacaré dos de ellas. La excursión a Bubal y Jaca con Fotógraf@s en Zaragoza, a la que me llevé la Hasselblad 503CX, y el viaje a Islandia, al que me llevé la Olympus mju-II.

Olympus mju-II + Kodacolor 200
Hasselblad 503CX + Distagon 50/4 + Ektar 100
Olympus mju-II + Tri-X 400

JULIO

Julio estuvo cargado de experimentación. Por ejemplo, fotografía estenopeica sobre película con una Holga Wide Pinhole o con una Ondu 6x12 Multiformat.

Holga Wide PInhole + FP4 Plus
Ondu 6x12 Multiformat + Kodak Portra 400

También usando la película cinematográfica Cinestill 50D, de baja sensibilidad y calibrada para luz de día, adaptada a su uso como negativo en color tradicional.

Pentax MX + Helios 44 58/2 + Cinestill 50D

Y me hice con un zarrio, una Vivitar Ultra Wide & Slim, cámara de plástico con un gran angular en el entorno de los 21 mm, y que tengo que aprovechar más. No da gran calidad, pero es muy expresiva.

Ambas fotos: Vivitar Ultra Wide & Slim + FP4 Plus

AGOSTO

En agosto usé varias cosas, pero lo más destacable o específico fue que desempolvé mi cámara más antigua, la Agfa Billy de 1928, con la que con un poco de cuidado se pueden conseguir fotos muy interesantes. Y con su negativo de 6 x 9 cm, recoge información en cantidad a pesar de su flojo triplete como objetivo. También, con esta serie comencé a experimentar con el revelado de la Ilford XP2 Super como película en blanco y negro tradicional en lugar de proceso C-41. Con buenos resultados.

Ambas fotos: Agfa Billy o Jgestar 8,8 + Ilford XP2 Super

SEPTIEMBRE

Este mes también fue dado a experimentar y probar cosas. Usé más la Hasselblad 503CX, probé los procesos forzados con película Portra 400 y me llevé la Fuji GS645S a una excursión al matarraña con Fotógraf@s en Zaragoza. Un no parar.

Hasselblad 503CX + Sonar 150/4 + Ilford XP2 Super
Las dos fotos anteriores: Canon EOS 100 + EF 40/2,8 STM + Portra 400 @ 1600
Fujifilm G645S + Portra 400

OCTUBRE

Empecé este complejo mes con una quedada de Fotógraf@s en Zaragoza a la que me llevé la Hasselblad 503CX.

Hasselblad 503CX + Planar 80/2,8 + Portra 400
Hasselblad 503CX + Sonar 150/4 + Portra 400

Y el evento más importante del resto del mes fue que me traje de Hong Kong una Plaubel Makina 67, una cámara que empezó dándome unos resultados excelentes y mucha satisfacción, pero que con el uso ha empezado a mostrar filtraciones de luz y voy a tener que llevar a revisar. Una pena, porque por lo demás está en excelente estado. Pero son los riesgos de adquirir material clásico que ha podido estar mucho tiempo parado y sin mantenimiento.

Ambas fotos: Plaubel Makina 67 + Portra 400

OCTUBRE-NOVIEMBRE

Durante el verano me hice, por un precio ridículo, con una pequeña Olympus PEN EE3, cámara de medio formato, es decir, que en un carrete de 35 mm obtienes el doble de exposiciones que con una cámara habitual. Hice un carrete paseando por Zaragoza, en la excursión a Monreal del Campo para fotografiar la flor del azafrán y en una escapada a Madrid.

Las cuatro fotos: Olympus Pen EE3 + Acros 100

NOVIEMBRE

Dos quedadas marcaron este mes. La primera de ellas fue la segunda quedada analógica del año, continuación de la anterior que hicimos en abril, y que nos llevó al Gran Capitán en Montañana y a la Cartuja de Aula Dei en Peñaflor. Allí comprobé que definitivamente la Makina 67 no iba bien. Pero también comprobé que la Leica M2, con revelados forzados incluidos, va mejor que nunca. Con todo tipo de focales.

Una de las fotos que pude salvar de la Plaubel Makina 67 + Portra 400
Leica M2 + Biogon-C 35/2,8 + Tri-X 400 @ 1600
Leica M2 + Elmar C 90/4 + Portra 400

A la segunda quedada de noviembre, organizada por Rafael Ricote y pensada para hacer fotografía callejera por el casco viejo de Zaragoza, opté por llevarme un equipo improbable para este fin, la Hasselblad 503CX con el respaldo para Super Slides, 16 exposiciones de 4 x 4 cm.

Hasselblad 503CX con respaldo A16s + Planar 80/2,8 + XP2 Super

DICIEMBRE

Y en diciembre germina la semilla de la fotografía instantánea que se planto en el mes de abril. Desempolvo la Polaroid Supercolor 635 que tengo por casa, gasto la película Polaroid 600 que me quedaba en el Chocoencuentro de Fotógraf@s en Zaragoza, y me hago con unos cartuchos de Impossible Project 600, para ir conociéndonos.

Algunas polaroids fueron regaladas a los modelos y yo hice fotografías digitales para testimoniar su existencia: Polaroid Supercolor 635 + película Polaroid 600
Polaroid Supercolor 635 + película Polaroid 600
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 BN
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 color

En la última semana del año, tengo una de cal y otra de arena. Busco paisajes con niebla con la Fuji GS645S, que no quedan bien por culpa de un revelado mal hecho.

Fujifilm GS645S + Ilford XP2 Super

Y me voy al parque con la Hasselblad 503CX y la Polaroid Supercolor 635. Con esta me llevo una lente de aproximación, consiguiendo algún modesto éxito,... pero necesito más práctica.

Hasselblad 503CX + Planar 80/2,8 + Ilford XP2 Super
Polaroid Supercolor 635 + Lente de aproximación Hoya de 2 dioptrías + Impossible 600 Color
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 Color

The Impossible Project - Cada vez menos "imposible", pero "imposiblemente" caro

Hace unos días comentaba el conjunto de experiencias con la cámara Polaroid Supercolor 635, cámara que "heredé" en su momento cuando en la empresa donde la tenían dejaron de usarla durante años con el advenimiento de la fotografía digital para documentar visualmente sus cosas y donde había dejado de tener valor.

Como se puede comprobar en este autorretrato, y en otro similar en color que muestro más adelante, la distancia mínima de enfoque de la Polaroid Supercolor 635 no la hace apta para este tipo de fotos, o de retrato con mucha aproximación. La distancia mínima de enfoque es 1,2 metros.

Entre las experiencias se encontraban las de haberla usado con película procente de The Impossible Project, una iniciativa para volver a rescatar la película instantánea para el uso con el parque de millones cámaras Polaroid dispersas por el mundo, e inútiles desde el momento en que esta empresa americana cesó la producción de la película adecuada a las mismas. Pero los cartuchos de película que compré en su momento, de las primeras generaciones lanzadas por The Impossible Project, tenían una serie de inconvenientes. Los cartuchos que compré eran de la versión en blanco y negro.

Me resultaba muy difícil conseguir exposiciones consistentes y el contraste y la gama de grises era muy pobre.

Había que dejar revelar durante bastante tiempo protegida de la luz.

Se informaba del riesgo de degradación con el tiempo si se exponía a la luz.

Eran muy caras, especialmente dada la calidad y los inconvenientes de uso.

No probé las versiones en color, pero esencialmente se anunciaban los mismos inconvenientes, con el añadido de la inconsistencia o pobreza en la restitución del color.

Pasados varios años, mantuve recientemente una conversación con un aficionado a los materiales instantáneos, tanto compatibles con las cámaras Polaroid como con el ecosistema Fuji Instax. Me comentó que las películas de The Impossible Project habían experimentado mejoras notables y que a lo mejor me merecía la pena probarlas. Dicho lo cual, compré un par de cartuchos en el único comercio que me consta que los venden en Zaragoza, Shuave. Uno de ellos en blanco y negro y otro en color. Como creo que ya comenté hace unos días, frente a las diez exposiciones que eran el estándar en los cartuchos de película Polaroid, en los cartuchos de The Impossible Project sólo salen ocho. Dado que el contador de la cámara es decreciente y empieza por diez, cuando llegas a tres, es el momento de disparar tú última bala del cartucho. Perdón, fotografía.

Mis impresiones, absolutamente subjetivas, tras pasar un rato en el Parque de la Memoria de Zaragoza un sábado por la mañana buscando motivos adecuados a cada uno de los modelos de película vienen a continuación. Recordemos que se trata de película de sensibilidad 600 ISO, con una superficie útil de 7,9 x 7,9 cm, para una tamaño total de 10,8 cm de alto por 8,9 cm de ancho.

En lo que se refiere a la película en blanco y negro, la gama de tonos está muy mejorada con respecto a la versión que probé hace unos años, y es mucho más predictible. Evaluando la escena, y aplicando el corrector de exposición de la cámara, conseguí que la exposición fuera razonablemente correcta en las fotografías resultantes.

El contraste de la película en blanco y negro también está mucho más mejorado. Aunque no se consiguen negros profundo, pueden ser razonables, y los blancos no se empastan con facilidad. Eso sí, en condiciones de iluminación natural suave, sin fuertes contrastes provocados por la luz del sol, aunque con luz abundante. Estamos hablando de una luz en la que aplicando la regla de "soleado f/16", para una película de 600 ISO, deberíamos obtener buenas exposiciones a f/11 y velocidades de obturación entre 1/250 y 1/500. Nublado ligero con algún rayo de sol asomando entre las nubes de vez en cuando. Si en el encuadre hay abundancia de vegetación oscura, corrigiendo con el compensador de exposición hacia la subexposición. Si en el encuadre hay abundancia de superficies de hormigón o tierra de color claro, corrigiendo con el compensador de exposición hacia la sobrexposición. En el resto de los casos, compensador de exposición en posición neutra.

La película en blanco y negro tiene un tono general cálido, que me parece agradable.

En lo que se refiere a la película en color, la fidelidad del color no es excesiva, pero los colores son agradables. No demasiado saturados, pero diferenciados. Mejorables, pero utilizables.

Tras hacer la foto, al bolsillo inmediatamente, protegida de la luz y recibiendo el calor del cuerpo, para un mejor revelado. En todos los casos, no los saqué al exterior hasta que pasó un tiempo de entre 30 - 45 minutos, para conseguir un buen revelado y evitar pérdidas de contraste por la exposición a la luz antes de que el revelado estuviese completo.

La definición de la imagen no es excesivamente fina o nítida, pero en la línea de lo que se puede ver con otros materiales sensibles instantáneos comercializados en estos momentos.

La conclusión de lo mencionado, que podéis contrastar hasta cierto punto con las copias digitalizadas que he ido poniendo en este artículo, es que esta película es utilizable. E incluso puede ser interesante desde un punto de vista creativo. Menos desde un punto de vista lúdico, porque la lentitud del revelado completo y la conveniencia de mantenerlo protegido de la luz hasta que este se conseguir, coarta la posibilidad de contemplar cómo surge la imagen en la fotografía desde su estado latente a su estado de plena visibilidad.

El principal problema sigue siendo su precio. Cada uno de los cartuchos cuesta 20 euros, para ocho exposiciones. Es decir, estamos hablando de 2,5 euros por fotografía. Lo cual sigue siendo una cantidad excesiva desde el punto de vista de lo que es la relación calidad/precio. Aunque entiendo que esta gente se está partiendo el cobre por conseguir un producto nuevo, ya que no ha contado con la colaboración de Polaroid, a pesar de que esta no estaba interesada en el producto. Bueno... vende alguna cámara que son Fujis "recauchutadas" y usando película Fujifilm Instax. Incluso tiene que sufrir la competencia de una empresa consolidad como Fujifilm, que ha visto sus ventas de película Instax impulsadas, debiéndose este impulso a motivo diversos pero también el interés por este tipo de fotografía que The Impossible Project ha ayudado a mantener. Hasta Leica se ha subido al carro. Evidentemente, Fujifilm tiene mucho más músculo y conocimiento sobre el tema, y aunque sus productos Instax dejan que desear en el lado de la calidad, son lúdicos y más baratos. Con precios de 11 o 12 euros por cartucho de 10 exposiciones, sus fotografías cuestan la mitad. Han empezado a comercializar película en blanco y negro, y han anunciado que van a comercializar un formato cuadrado, aunque más pequeño que el de las antiguas Polaroid. En superficie aprovechable, son las Instax Wide las que son equiparables, aunque con otro formato distinto del cuadrado.

En estos momentos, si uno se compra una cámara Fujifilm Instax Wide por unos 120 euros, que equivale a 6 cartuchos de The Impossible Project. Suponiendo, como en mi caso, que el coste de la cámara Polaroid es cero. Y que un amigo decidiera comprarse dicha Instax Wide por ese precio... En el momento en que hicieramos ochenta fotografías, 8 cartuchos él de película Instax Wide, 10 cartuchos yo de película Instax Wide, los costes de ambos se habrían equilibrado. A partir de ahí, a él le saldrían las fotografía a la mitad o menos de coste mientras se mantuviese el esquema de precios actual.

Si estás interesado en invertir en fotografía instantánea... hay muchas cosas en las que pensar.